Una interrupcion de embarazo garantizado

La Secretaría de Salud en México, revela alarmantes estudios sobre violaciones sexuales. En la República mexicana, se registra la escandalosa cifra de 120.000 violaciones en un año, con un 65% de mujeres víctimas entre 10 y 20 años, con una probabilidad que de esas violaciones, 12000 sean embarazadas contra su voluntad. Son casos típicos en donde es muy aceptada una interrupcion de embarazo, producto de una relación no consentida, obligada o en condiciones de sometimiento.


Una de las consecuencias de este lamentable flagelo social, solo los altos índices de mortandad de mujeres, a causa de abortos con procedimientos inapropiados y otras razones, sobre las cuales puedes pensar:


Personas inescrupulosas, se aprovechan de las mujeres que desafortunadamente quedaron en embarazo y no lo deseaban. Estas personas realizan abortos en sitios de pésimo estado de salubridad, con elementos antihigiénicos y lo peor, sin conocimientos médicos. Como consecuencia, las desesperadas “pacientes” recurren a estas soluciones, sin darse cuenta que con ello exponen si vida y bienestar.


Las prácticas de aborto clandestinas, realizan procedimientos carentes de toda higiene y careciendo que cualquier respaldo médico y científico. Simplemente producen una reacción biológica, induciendo el parto con sustancias venenosas y generando una expulsión como reacción natural, pero en ningún caso se toman exámenes sobre cuánto tiempo tiene de gestación, ni mucho menos se revisa el útero de la mujer para evitar que hayan quedado rastros.


Así, es lógico que con mucha frecuencia, se generen infecciones graves, peritonitis o muerte por desangramiento. Este tipo de abortos clandestinos, conducen fácilmente a complicaciones que, por obvias razones, la mujer o en casos la niña o adolescente, no comunica en su hogar. Cuando en la casa, la familia se da cuenta del mal estado de salud, es demasiado tarde. Los casos de muerte por septicemia son muy elevados e irreversibles.


Otras de las consecuencias nefastas de los abortos clandestinos, es la pérdida de la posibilidad de engendrar nuevamente. Procedimientos invasivos pueden generar perforaciones en el útero y otros daños irreparables en el aparato reproductor femenino.
Los esfuerzos del Gobierno por controlar la situación, han tenido bajos resultados. El abuso sexual, las violaciones siguen en un sólido progreso y no se han podido controlar sus alarmantes porcentajes. Tampoco ha tenido mucho éxito las campañas sobre el control, denuncia y persecución a estos sitios clandestinos donde se realizan abortos irresponsablemente, factores que han logrado la clasificación del aborto como un problema de salud pública. Los índices de muerte, consecuencias nefastas, problemas psicológicos que se suman a un abuso sexual, han tenido que ser considerados como simplemente estadísticas, a considerarse como un flagelo social.


Una interrupcion de embarazo, legalmente ya aprobado en México, es parte de la solución para controlar la mortandad de las mujeres que son víctimas de violaciones y además de lugares clandestinos en donde encuentran la muerte.

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